Cómo acertar al elegir almohada

La almohada es un elemento indispensable para tener un buen descanso. Un síntoma de que es hora de cambiar de almohada puede ser que empieces a despertarte con dolores de hombros o cuello. También es recomendable hacer una revisión de nuestra almohada si cambiamos nuestro colchón, tal vez las nuevas propiedades de nuestro sistema de descanso introduzca cambios a nuestra hora de dormir y necesitemos también renovar nuestras almohadas.

Veamos como podemos elegir nuestra almohada ideal con la ayuda de algunos consejos de una de nuestras marcas de referencia Moshy.

¿Cuál es el tamaño que necesito?

La anchura no debe superar el tamaño de nuestros hombros. Si dormimos con nuestra pareja, lo ideal sería utilizar dos almohadas separadas para poder elegir un tamaño de almohada acorde a la fisionomía de cada persona.

Elegir la almohada según nuestra posición al dormir

Si nuestra posición a la hora de dormir es boca abajo o es para niños que estén en el tránsito de cuna a la cama lo ideal es que el colchón sea de firmeza alta y elegir una almohada suave media baja o baja, especialmente en los niños pequeños lo ideal es usar una almohada baja.

Si dormimos boca arriba o de costado, nuestro colchón debería ser de firmeza media y nuestra almohada también de una firmeza media.

Si nuestra posición es únicamente de costado, lo ideal es que nuestro colchón sea de firmeza suave, y elegir una almohada de una altura media alta u alta.

¿Cuál es el mejor relleno de Almohada?

Existen modelos de relleno sintético, plumón, látex o viscoelástica.

Almohadas de Fibra o sintéticas

La fibra de poliéster es muy resistente y con muy buena estabilidad. En el proceso de cardado en multicapas como en el que realizan en la casa Moshy, se obtienen almohadas con una densidad uniforme, con volumen y además suavidad.

Entre sus propiedades destacan:

  • La adaptación ergonómica.
  • La capacidad de recuperación y transpiración.
  • Tacto muy suave, símil duvet.
  • Comportamiento analérgico.
  • Mantenimiento de las propiedades tras los lavados.
  • Lento envejecimiento por el uso.
  • Lavables

Existe tal variedad de modelos y firmezas que son aptas para todo tipo de personas y hábitos de descanso.

Plumón

Cuanto mayor es el tamaño de los plumones, menos cantidad hacen falta para conseguir un determinado volumen o firmeza en la almohada .

Podemos afirmar que en términos generales la Oca, por tener un tamaño superior al Pato, tiene los plumones de mejor calidad.

  • Las almohadas con relleno de plumas son blandas, y muy suaves.
  • Se recuperan fácilmente palmeándolas
  • Es conveniente ventilarlas para eliminar la transpiración del cuerpo.
  • Lavables.

Este tipo de almohada está más pensado para los que duermen boca abajo o para quienes deciden descansar con una almohada muy baja.

Almohadas de Látex

El látex, es un polímero natural que se obtiene a partir de la savia lechosa del árbol del caucho (Hevea Brasiliensis).

Entre sus propiedades destacan:

  • La elasticidad  que permiten una perfecta adaptación  sobre la almohada.
  • Alta transpiración.
  • Propiedades anti bacterianas y antifúngicas.
  • Gran durabilidad, Es Indeformable y biodegradable.
  • Es insoluble en agua y no acumula electricidad estática.
  • Lento envejecimiento por el uso.

Todas estas propiedades lo convierten en un material muy apreciado y utilizado tanto en colchones como en almohadas.
Pensada para las personas que descansan de espaldas o costado y eligen sentir la almohada al descansar.

Almohadas de Viscoelástica

Conocida también como foam de memoria, es un material de alta tecnología desarrollado en la década de los 70. Ofrece una sensación de ingravidez al adaptarse de forma absoluta al organismo, en función de la presión y la temperatura que recibe del cuerpo.

Utilizado como núcleo en la almohada, potencia sus propiedades ergonómicas, eliminando puntos de apoyo inadecuados sobre las cervicales y alargando el tiempo considerado como óptimo durante nuestro descanso.

Cuídala bien

Ya elegida la almohada , es importante que cuides bien de tu almohada, alargarás su vida útil, que puede extenderse hasta unos 5 años.

  • Airea la almohada habitualmente: abre las ventanas antes de hacer la cama, y ventílala bien, al aire, una vez a la semana.
  • Dale la vuelta a menudo: así evitarás que se deforme.
  • Compra una almohada lavable: basta con lavarla una o dos veces al año.
  • Usa una funda de protección que, esa sí, deberías lavar cada dos meses.
  • Palmea habitualmente la almohada, tendrás la sensación que cada día estrenas almohada.

Fuente: https://www.moshy.es/acertar-al-elegir-almohada/